miércoles, 13 de febrero de 2013

Julio Cortázar. Textos inéditos. Orden del día

Hoy traje para compartir un texto que forma parte del libro "Papeles Inesperados" que reune material inédito de Cortázar, firmado como Julio Denis, seudónimo que utilizara el escritor en sus primeros años. Que lo disfruten!

Orden del día
A qué viene la noche si no es buscando pájaros. Sobre la profundidad que abraza mi balcón, asisto sin palabras a la marea ciega y astuta, sus lápices infatigables, el pausado latido concéntrico de su corazón. Por eso he abandonado el sueño, saliendo de sus manos por un infinito estudio y una segura consecración. Ahora estoy en la actitud nocturna que las horas más graves exigen. Huyo de los relojes, establezco distancias invariables de mi cuerpo al llamado de mis timbres y campanas.Sostenido en mi balcón por una paciencia osada, miro llenarse la calle de topacios , en una sorda batalla de sustituciones, hasta que las aristas de toda construcción son arrastradas por la marea que viene y las aguas de la sombra ascienden, como aspirados torbellinos silenciosos, hasta mi refugio. A qué viene la noche si no es buscando pájaros..cuando está junto a mí, abro los brazos, la bebo profundamente y me dejo ir, ya olvidado de resistencias, como un halcón fulminado o una construcción gótica.
Julio Denis, XLI

lunes, 11 de febrero de 2013

Los engaños anteriores a mi despertar

Los engaños anteriores a mi despertar:

Donde estés te pido un secreto.
Un niño medita tendido en el sofá,
ese sillón gastado de ausencias
trepa a las paredes tendidas de humedad.

Pero el sentido que puedas darle a todo esto
dependerá de tus intentos de vuelo.
Yo me sueño muchas veces sin aliento
y necesito de un nuevo respirar.

Un loco en la azotea prueba palabras con aroma de azahar.
Su melancolía se transforma inquieta
y desaparece en una nube de pan.
Tejo y destejo las madejas de viento
Estar eclipsada, girando sobre un eje de incertidumbre.
Tejo a destiempo, en una polirritmia mal barajada.
Tejo y la lana se me enreda, se me deshilacha el hilo
y sin saberlo yo, las migajas de suspiros que exhalo
prometen bajar hasta tu oido.
Tejo y añado sombras a mi almohada,
lo subjetivo se desvela y se revela.
Tejo como queriendo desandar el tiempo de las ausencias,
para aclarar mi alma y alcanzar una luna nueva.
Algo del amanecer contempla los susurros de los árboles.
La mirada casi extinta se renueva en la posibilidad de tus ojos.
Ya no se si el viento sabe y lo oculta....

viernes, 8 de febrero de 2013

Las palabras conmovidas por el llanto de las horas comenzaban a acurrucarse en la memoria distante de mi mano. Subían desde la montaña plástica de petróleo y se derribaban luego, para reír hasta el final del día.
Quise hasta ese momento pretender no oír ese chasquido, ese baile fugaz, tan fugaz como el recuerdo del sueño aquel en el que cada palabra conseguía hilarse con su compañera justa, para formar una trenza ajustada que luego comenzaría a destejerse para siempre.
Crecían las miradas como un conjunto de sílabas absurdas, contenedoras de tensas fragilidades humanas. Aún cuando no exista espacio donde ubicar la presencia de las luces, intentaré un recuerdo táctil que me dirija hacia las nubes.
Un circulo en el cielo se proyecta insistentemente sobre su cabeza. Palabras más por decir, por palpar, por clasificar y descartar. Un remolino se enrrolla sobre mi brazo izquierdo y me empuja. Siento la calidez del viento, bebo del aire sus átomos vencidos...